Origen
La riqueza de
Las ostras de Marennes-Oléron
Nuestras ostras nacen y se
afinan en las aguas de Marennes-Oléron, un ecosistema excepcional en la costa
atlántica francesa.
Aquí, la fusión entre el agua salada del océano y el agua dulce de los ríos, junto
con el vaivén de las mareas, crea el entorno perfecto para el desarrollo de ostras
con un sabor inconfundible
Con más de cuatro generaciones de
experiencia en ostricultura, cultivamos nuestras ostras con técnicas artesanales que
respetan su ciclo natural.
Este proceso tradicional permite que cada pieza desarrolle una carne noble, un sabor
refinado y una frescura insuperable.
¿Conoces las Ostras Diploïdes?
A diferencia de muchas ostras comerciales que han sido modificadas genéticamente para mantenerse disponibles todo el año, nuestras ostras son 100% naturales (Diploïdes). Esto significa que respetamos su ciclo biológico natural, permitiendo que crezcan en armonía con su entorno sin alteraciones artificiales.
Las ostras Triploïdes, al ser modificadas, pierden parte de la autenticidad de su sabor. En cambio, nuestras ostras Diploïdes conservan su esencia marina y su calidad superior, reflejando fielmente el carácter de las aguas en las que han sido criadas. Cada una de nuestras ostras es el resultado de paciencia, tradición y respeto por la naturaleza.
La captacion
Nuestras ostras se captan de manera 100% natural en el corazón del bassin de Marennes-Oléron, en la Isla de Oléron. No utilizamos ostras triploides ni provenientes de criaderos. En La Claire, respetamos el ritmo de la naturaleza y trabajamos únicamente con lo que ella nos ofrece
La cria
Tras su captación natural, las ostras se trasladan a nuestros parques en los islotes de Bréhat, en Bretaña, una zona reconocida por la pureza de sus aguas. Allí, crecen lentamente en un entorno menos cálido que el de la isla de Oléron, lo que permite un desarrollo más uniforme, una concha más resistente y una carne de mayor calidad.
El afinado
Cuando alcanzan su madurez, las ostras regresan al lugar que las vio nacer: la isla de Oléron. Allí, se afinan lentamente en nuestras claires — cuencas de arcilla azul alimentadas por las mareas — donde adquieren su sabor característico, su textura carnosa y esa calidad excepcional que las distingue. Este proceso final es lo que transforma cada ostra en una auténtica joya del mar.
Tres etapas, una ostra excepcional
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